domingo, 9 de marzo de 2014

VIGENCIA DEL AT EN EL CRISTIANISMO. B. EN EL EVANGELIO DE JUAN. "La Escritura".



El AT se llama en Juan «las Escrituras», en cuanto es anuncio, preparación o figura de «los días del Mesías». Su estudio no da vida definitiva, pero la Escritura, con su mensaje liberador, da testimonio de Jesús, el dador de vida (5,39s), y el mensaje de Dios contenido en ellas se verifica en las obras de Jesús (5,36; cf. 8,55). 

Aplicándolos a Jesús o a las circunstancias de su vida Juan utiliza con frecuencia pasajes de la Escritura: del Éxodo (19,36: del cordero pascual), de Salmos (2,22; 7,38; 10,35; 13,18; 19,24.28), de los profetas (12,38-41; 19,37). 

Pero la antigua Escritura queda superada por la nueva, que es la persona de Jesús en la cruz. El letrero o título de la cruz (19,19: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos») describe el contenido de la nueva Escritura (“estaba escrito” expresión clásica para designar los textos de la antigua Escritura) (21). 

Para dar la adhesión a Jesús hay que partir de su persona Y actividad (7,31: «muchos le dieron su adhesión, y decían: "Cuando venga el Mesías, ¿va a realizar más señales de las que éste ha realizado?"»), no de los textos escritos (7,41-42: «Decían otros: "Este es el Mesías". Pero aquéllos replicaban: "¿Es que el Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice aquel pasaje de la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?"»), que han de ser vistos a su luz. 

(21)  lbid., 806-809.

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